

En retrospectiva y 10 años después, creo que lo que me más me gustó fue la sensación de que me ofrecían una complejidad narrativa para mí, en ese momento al menos, poco usual en la "telenovela"... Una cierta veta cinematográfica, algo sustancioso de contrabando en mi soap. Aquel tejido de historias, sin impedirme el disfrute, me ponía en ascuas, a buscar en el pasado claves del presente, a mezclar lo anecdótico con lo histórico, lo sobrenatural con lo visceral, lo social con lo personal... Desde el punto de vista actoral, para mí la pareja de Alejandra Borrero y Juan Ángel fue perfecta, el desencuentro permanente de ellos pese a sus profundas conexiones del pasado, el toma y dame propio de una telenovela pero con el telón de fondo de una historia de mártires y próceres, de villanos y víctimas también, con sus guerras, sus trampas y sus giros fatídicos.
A la vuelta de los años uno reflexiona, cuán necesario resultó el perdón para estas almas (y, como me ha tocado aprender ahora en Venezuela, para los pueblos)... Otra muy buena que vi por el Canal 2.